‘Mi hermano me traicionó’ Convalece el único sobreviviente de la familia masacrada en Tijuana
“Le dije que qué le pasaba, que era mi hermano, qué me estaba haciendo, ‘es que se me metió el demonio y ahorita te voy a matar’, me dijo, en eso se metieron dos amigos de él, cerraron la puerta y subieron el sonido del estéreo, les aventé una televisión, uno de ellos me tiraba martillazos, otro me pegaba con una cruceta, pero mi hermano me apuñalaba”, detalló.
Lo quería, mi padre me lo había encargado cuando murió”, dijo Miguel Ibarra García.El único sobreviviente de la matanza del Nido de las Águilas, sucedida la tarde del pasado viernes, convalece en la cama 541 de la Clínica 20 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Está estable.
Su cuero cabelludo muestra las cicatrices de los diez martillazos y golpes con una cruceta que le asestaron Osvaldo Luna García, de 15 años y José Guadalupe Pérez Rojas, de 16 años.Mientras, en su espalda, tiene grabadas las cuatro puñaladas que le dio con un cuchillo carnicero su propio hermano, César Manuel Ibarra García, de 15 años, autor de la matanza.
Sin embargo, lo que más le duele es la muerte de su familia: Sus tres hijos (Jair, Ulises y Kenia) y su esposa Anabel Villaverde Álvarez, asesinados entre las 14:00 y las 17:00 horas por los tres adolescentes.Miguel recuerda cuando llegó a su casa, en el número 4 de la calle Constitución de la colonia Nido de las Águilas, al filo de las 18:00 horas cuando César Manuel y sus dos amigos compañeros de la secundaria 89 lo esperaban impacientes. “Llegué a mi casa como a las 5:40 de la tarde, le pregunté a mi hermano dónde estaba Ana, ‘ahí está acostada, dice que se le murió su abuelita y está llorando’.
Me fui corriendo para adentro, cuando abrí la puerta él me siguió, me agarró por la espalda y me dio una cuchillada, me apuñaló.“Le dije que qué le pasaba, que era mi hermano, qué me estaba haciendo, ‘es que se me metió el demonio y ahorita te voy a matar’, me dijo, en eso se metieron dos amigos de él, cerraron la puerta y subieron el sonido del estéreo, les aventé una televisión, uno de ellos me tiraba martillazos, otro me pegaba con una cruceta, pero mi hermano me apuñalaba”, detalló. Hace dos años Miguel Ibarra García se trajo a su hermano César Manuel Ibarra García de Culiacán, Sinaloa; su padre recién había fallecido.“Vivíamos allá en la colonia Hidalgo. Mi papá falleció y mi mamá tiene dificultades mentales, entonces yo me lo traje, mi papá me lo encargó mucho.
Me lo traje, nunca desconfié de él.“Llevaba una buena relación con él (César Manuel), era muy tranquilo, aquí todos los vecinos lo miraban muy tranquilo. Me ayudaba a hacer la limpieza en la casa, no tenía obligaciones, pero de perdida me ayudaba, yo le daba todo. Nunca trabajó en otra parte.
Mi esposa no lo maltrataba, lo regañaba como yo también a veces lo hacía, como hace un padre con un hijo, siempre le decíamos que se pusiera ‘trucha’ en el estudio.“No era un gran estudiante, pero yo le aconsejaba mucho, que estudiara, que no fuera como uno, que hiciera una carrera. Me traicionó, sabe qué le pasó, yo pienso que los amigos, la influencia de sus amigos. Mi hermano era sano. No entiendo el motivo por el que hizo eso, yo lo ayudaba en todo, le daba estudio, cuando podía le daba dinero, también cuando podía le compraba ropa. Gano poco y a como podía le daba dinero. Yo soy chofer”, relató.
Lo quería, mi padre me lo había encargado cuando murió”, dijo Miguel Ibarra García.El único sobreviviente de la matanza del Nido de las Águilas, sucedida la tarde del pasado viernes, convalece en la cama 541 de la Clínica 20 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Está estable.
Su cuero cabelludo muestra las cicatrices de los diez martillazos y golpes con una cruceta que le asestaron Osvaldo Luna García, de 15 años y José Guadalupe Pérez Rojas, de 16 años.Mientras, en su espalda, tiene grabadas las cuatro puñaladas que le dio con un cuchillo carnicero su propio hermano, César Manuel Ibarra García, de 15 años, autor de la matanza.
Sin embargo, lo que más le duele es la muerte de su familia: Sus tres hijos (Jair, Ulises y Kenia) y su esposa Anabel Villaverde Álvarez, asesinados entre las 14:00 y las 17:00 horas por los tres adolescentes.Miguel recuerda cuando llegó a su casa, en el número 4 de la calle Constitución de la colonia Nido de las Águilas, al filo de las 18:00 horas cuando César Manuel y sus dos amigos compañeros de la secundaria 89 lo esperaban impacientes. “Llegué a mi casa como a las 5:40 de la tarde, le pregunté a mi hermano dónde estaba Ana, ‘ahí está acostada, dice que se le murió su abuelita y está llorando’.
Me fui corriendo para adentro, cuando abrí la puerta él me siguió, me agarró por la espalda y me dio una cuchillada, me apuñaló.“Le dije que qué le pasaba, que era mi hermano, qué me estaba haciendo, ‘es que se me metió el demonio y ahorita te voy a matar’, me dijo, en eso se metieron dos amigos de él, cerraron la puerta y subieron el sonido del estéreo, les aventé una televisión, uno de ellos me tiraba martillazos, otro me pegaba con una cruceta, pero mi hermano me apuñalaba”, detalló. Hace dos años Miguel Ibarra García se trajo a su hermano César Manuel Ibarra García de Culiacán, Sinaloa; su padre recién había fallecido.“Vivíamos allá en la colonia Hidalgo. Mi papá falleció y mi mamá tiene dificultades mentales, entonces yo me lo traje, mi papá me lo encargó mucho.
Me lo traje, nunca desconfié de él.“Llevaba una buena relación con él (César Manuel), era muy tranquilo, aquí todos los vecinos lo miraban muy tranquilo. Me ayudaba a hacer la limpieza en la casa, no tenía obligaciones, pero de perdida me ayudaba, yo le daba todo. Nunca trabajó en otra parte.
Mi esposa no lo maltrataba, lo regañaba como yo también a veces lo hacía, como hace un padre con un hijo, siempre le decíamos que se pusiera ‘trucha’ en el estudio.“No era un gran estudiante, pero yo le aconsejaba mucho, que estudiara, que no fuera como uno, que hiciera una carrera. Me traicionó, sabe qué le pasó, yo pienso que los amigos, la influencia de sus amigos. Mi hermano era sano. No entiendo el motivo por el que hizo eso, yo lo ayudaba en todo, le daba estudio, cuando podía le daba dinero, también cuando podía le compraba ropa. Gano poco y a como podía le daba dinero. Yo soy chofer”, relató.
1 Comments:
Que cosa mas fea
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